miércoles, 14 de octubre de 2015

                                                         
·         LA ACTIVIDAD FÍSICA Y EL CICLO MENSTRUAL

Estudios médicos especializados demuestran que cualquier tipo de perdida de sangre (heridas, cortes, ciclo menstrual, etc.), provocan en el organismo la perdida de hemoglobina (entre otros), por lo tanto al disminuir la cantidad de hemoglobina en sangre es lógico pensar que también disminuye el transporte de oxigeno en nuestro cuerpo (fundamentalmente a los músculos).
·         es recomendable no realizar ejercitaciones que nos lleven a altos consumos de oxigeno porque disminuyen las posibilidades de trabajo del organismo.

Además esta científicamente comprobado que durante la menstruación aumenta la frecuencia cardiaca, aumenta la temperatura corporal, aumenta la fatigabilidad y aumenta la excitación del sistema nervioso donde se pone de manifiesto la apatía o la irritabilidad,
Algunas mujeres deportistas, o que llevan a cabo alguna actividad física intensa (corredoras, jugadoras, etc.) sufren, a veces, alteraciones en su ciclo menstrual. Esto es aún más acusado en mujeres jóvenes, sobre todo si sus ciclos menstruales son irregulares de por sí. De hecho, las adolescentes que entrenan intensamente suelen ver retrasada su primera menstruación.
·         reduciendo la cantidad de ejercicio, la menstruación se normaliza en la mayor parte de los casos.

La actividad física moderada no parece afectar adversamente la menstruación en la mayoría de las adolescentes.
·         mejoría de la dismenorrea (menstruación dolorosa) y regulación del ciclo menstrual con la práctica regular del ejercicio.
·         la actividad física moderada ayuda a que  las menstruaciones sean menos abundantes, disminuyan los dolores menstruales, se regule el ciclo menstrual y disminuya o desaparezca la dismenorrea.

·         El entrenamiento físico excesivo puede ocasionar perturbaciones del ciclo con prolongación (oligomenorrea) o ausencia del ciclo (amenorrea), o retraso en la primera menstruación.
·         la actividad física normal o moderada no perturba la primera menstruación, ni los ciclos o la historia obstétrica posterior, ni el parto o el climaterio.

Es conocido el hecho de que mejora las condiciones del parto y hay menor cantidad de cesáreas en atletas, además mejora la densidad ósea retrasando la aparición de osteoporosis.



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